miércoles, 30 de diciembre de 2015

EL FESTIVAL DE LOS ANIMALES

Todos los animales del bosque se reúnen en un claro a la luz de la luna, a fin de año, desde hace una eternidad. Celebran su aquelarre particular cantando, recitando poesía, o simplemente como la familia Hawk, conversando con los Fox, que acaban de aumentar su prole con una pareja que no deja de tironear los bigotes del Señor Bear.

En el programa de este año, después de la cena de hermandad, a base de diferentes repollos afrutados, la familia Cóndor hace una representación del cuento del Chogüi, al que le han añadido un toque especial de su propia cosecha:

–Callad niños -les dice Madame a sus zorritos-, que la función va a empezar.

Monky Monk engalanado de maestro de ceremonias, hace una reverencia muy graciosa y dice:

–Queridísimo público, que la gran fiesta comience.
Saltimbanquis, acróbatas y, en medio de todos, sobresale la voz de una cupletista del otro lado del océano:

“Cuenta la leyenda
que en un árbol
se encontraba encaramado
un cabritillo guaraní
y sobresaltado
por el grito de una cabra
en rana se convirtió…”

Don Frog deja escapar un eructo satisfecho: “Crop, crop”.

Lady Condorina suelta un gallo:

“Chogüi, chogüi, chogüiii.
Qué lindo es,
con su traje de organdí…”

Wolf, el lobo, se ajusta un monóculo, y aúlla de placer mientras le da un codazo a su Señora que lleva un traje de visón articulado.

“Qué lindo va,
perdiéndose en el cielo
azul turquí”.

En el pabellón de la bruja se agolpa una manada de jabalíes. Los jabatos mordisquean nubes de algodón de azúcar, y el más pequeño lleva un pez globo sujeto con una varilla como la que usan para lanzar cohetes los Pérez-Oso, una extraña familia, que tiene todo el cuerpo cubierto de pelo. Estos pretenden que son descendientes de Juan de la Selva, un hombre mono al que le faltan dos incisivos por una mutación, según malas lenguas por una apuesta con un Conde malayo.

En un camerino improvisado entre palmeras, Cigoñina de Chanteclaire, se empolva el pico mientras contempla en el espejo cómo le sienta la peluca de avestruz con un toque retro y le pregunta a su imagen con su voz atiplada:

–Dime espejito mágico,
qué observas en mi frente,
dime qué efecto trágico
ejerces en la gente.

El espejo con su voz de barítono responde con una coplilla:

–Yo no sé qué te diera
Por ver a mi manera
saltar, danzar la vida
girando del revés.

El cepillo de mano de Doña Mouse salta del bolso y animado por un oscuro impulso susurra en su oído:

–La más guapa
es doña Urraca,
y le sigue doña Inés.

Por los altavoces la voz rockera de Gustavo, el camaleón, reclama la atención:

–Se hace saber, que el vehículo del Dr.Rinopoulos está mal aparcado.

Se oyen murmullos en todos los corrillos, y de fondo una protesta airada: “Pe-pero si lo te-tengo en el tu-túnel de lavado”.

El locutor continúa con su perorata:

–Y ahora, para los jóvenes cachorros la proyección de la película ‘Cuando ruge la mar Abundia’, se ruega que se coloquen sus gafas 3D que lleva de regalo cada bolsa de palomitas.

Una pareja de ardillas juega al pilla-pilla incansablemente, suben a un pino y bajan por un alcornoque con un cargamento de avellanas, bellotas y nueces, munición necesaria para una batalla en la que no hay vencidos. Una bandada de patos juega a la gallinita ciega mientras Mamá Duck le cuenta el cuento del patito feo a un cisne recién adoptado. Doña Zebra arbitra un partido de rugby, simios contra cuadrúpedos tienen que pasar una pelota con forma de pepino por encima de una H gigante improvisada con dos sequoias y una hamaca. Míster Snake se ha quedado ronco de tanto sisear exigiendo silencio: “Así no hay quien juegue al ajedrez.”

La fiesta termina cuando la luna se esconde, todos los animales están cansados y soñolientos, buscan un rincón donde hozar la larga noche, de vez en cuando se oyen ronquidos que se confunden con aires olorosos y algún que otro beso robado.

Al despertar encontrarán pasquines con las últimas disposiciones de la Gran Asamblea de los Animales:

<<En el único punto de la orden del día ha sido reelegido Juez, por un año más, con la unanimidad de todos los presentes, el Señor Owl; produciéndose el relevo de  la Señora Cow como Ayudante Distinguida alegando asuntos animales,  por su suplente la Señora Goat.
Levanta la sesión la secretaria Eva, de la familia Expósito.
Firmado y rubricado con garras, picos y patas en el Jardín del Edén a tantos de tantos del Año Doscientos setenta y nueve de la era Matusalén>>.