Los viajes en el tiempo es una aspecto de la ciencia-ficción en el que ni siquiera los más prestigiosos físicos de la actualidad se pueden poner de acuerdo. Stephen Hawking asegura que Kip Thorne tiene una posibilidad frente a 10 seguido de un billón de billones de billones de billones de billones de ceros, para viajar al pasado y liquidar a su abuela antes de que su padre sea procreado, circunstancia en la cual podría no nacer.
En esta novela corta, especulando con la superación de la velocidad de la luz, planteada en un futuro próximo, el siglo XXII, se logra viajar al pasado con limitación de tiempo: es el proyecto TEN. Viajes cortos de diez años en los que se tienen que respetar las tres leyes de los Viajes en el Tiempo:
1ª A ⇄ B, por la que si un sujeto B viaja al pasado, su recíproco A tiene que ocupar su lugar en el presente;
2ª A ↹ B. Ley de la No Acción, por la cual A no deber alterar el medio de B, y este tampoco puede modificar el pasado con sus conocimientos adquiridos, y
3ª A ⇎ B. Ley de No Atracción, en la que los sujetos A y B no se volverán a encontrar.