jueves, 14 de noviembre de 2013

ACTO 1: EL PROBLEMA DE LA CREACIÓN



Dios descansa en su solio después de una obra bien hecha.

El coro de ángeles cantores aprovecha el descanso del Jefe
y no canta. Afinan cítaras y guitarras, y los más atrevidos
susurran en voz baja:

- ¿Quién nos protegerá si Él no despierta?
- ¿Su sueño será Eterno?

Al fin el más atrevido propuso:

- Aguardad, soy igual que vosotros, pura esencia,
doble espíritu, carne de hombre y de mujer a un tiempo,
pero me precio de conocer sus pensamientos;
entretenedlo si despierta con la luz de vuestras mejores canciones,
cegadlo con alabanzas a Su Obra Celestial.
- Fácil es decirlo, dijo uno.
- Y hacerlo, respondió.
- Y tú, mientras tanto, ¿qué harás?
- Acabaré su obra última y casi perfecta, ese hombre de arcilla
que carece de la voluntad de vivir y de conocer sus maravillas;
yo sé que eso es lo que Él desearía antes de caer rendido por el esfuerzo.