domingo, 15 de marzo de 2015

TIEMPO MUERTO

Siempre me sorprendió cuando Sam, el jardinero, para detener un combate en buena lid como los que disputábamos en el patio de la escuela, entre Kris, el niño rico, y yo, dijera "tiempo muerto", como si se tratara de un pájaro frito en el sombrero de un prestidigitador. Solía ocurrir cuando estaba a punto de colgar un crochet de izquierdas, mi golpe supersecreto, directo a la mandíbula de mi futuro Jefe en la empresa Standard Hill Company. Dejemos ahora en suspenso mi famoso uppercut. Mi trabajo con tiempos negativos nos lo puede permitir.
(Si quieres seguir leyendo tienes que darme la contraseña de tu correo electrónico, o bien depositar una fianza de tan solo 21'99$)
No hagas caso, es una broma de cuando estudiaba en Silicon Villey.
Hoy es mes 15 día 123 año interestelar 285769 en la luna Saturno 15 Planeta 21, a 4,5 megapársecs de tu mundo. Estoy de visita obligada en este sistema triestelar, donde, como es lógico, siempre es verano. De visita obligada, no quiere decir recluido, simple y llanamente para eso está la inyección aniquiladora de la voluntad. Ahí sí que te quedas hecho un pingajo semihumano hasta que llega el saboreador. Los saboreadores son una raza inferior, te prueban, a ver si estás salado, y si lo estás, te empaquetan y listo para alimentar a la nueva generación de gusanos. Ellos, los gusanos, sí son nuestro alimento, fritos, en tortilla, sirope, leche, pastel de gusanos, todo altamente nutritivo. ¡Ah!, se me olvidaba, el tiempo negativo. No podría explicarte cómo se manipula el tiempo. Siempre habrás oído decir que es una dimensión. Bueno, lo es, y no lo es, porque al fin y al cabo ¡sí que se puede medir! Vale, te lo diré: es denso, como la temperatura. Ya está, tampoco es tan secreto si consideras que pronto, en cualquier momento, nos veremos, y podrás notar mi ultragolpe de izquierda entre tus cejas. Para que veas.