Todos los animales del bosque se reúnen en un claro
a la luz de la luna, a fin de año, desde hace una eternidad. Celebran su
aquelarre particular cantando, recitando poesía, o simplemente como la familia
Hawk, conversando con los Fox, que acaban de aumentar su prole con una pareja
que no deja de tironear los bigotes del Señor Bear.
En el programa de este año, después de la cena de
hermandad, a base de diferentes repollos afrutados, la familia Cóndor hace una
representación del cuento del Chogüi, al que le han añadido un toque especial
de su propia cosecha:
–Callad niños -les dice Madame a sus zorritos-,
que la función va a empezar.
Monky Monk engalanado de maestro de ceremonias,
hace una reverencia muy graciosa y dice:
–Queridísimo público, que la gran fiesta comience.
Saltimbanquis, acróbatas y, en medio de todos,
sobresale la voz de una cupletista del otro lado del océano:
“Cuenta la leyenda
que en un árbol
se encontraba encaramado
un cabritillo guaraní
y sobresaltado
por el grito de una cabra
en rana se convirtió…”
Don Frog deja escapar un eructo satisfecho: “Crop,
crop”.